El cooperativismo es aquella doctrina en la cual se fundamentan las asociaciones cooperativas; Es un movimiento socioeconómico de carácter mundial que persigue el bien común de las personas a través de la obtención de beneficios sociales y económicos de acuerdo al esfuerzo y trabajo que aportan en una asociación. Promueve la unión voluntaria de personas con intereses comunes y necesidades comunes, volcadas en una organización en la que todos y todas tienen los mismos deberes y derechos.
El cooperativismo en la antigüedad surge por la necesidad de organizar la sociedad de una forma justa en cuanto al aspecto económico, a través de procedimientos de propiedad comunitaria y trabajo colectivo. Este empieza a desarrollarse en Europa a partir de los últimos años del siglo XVIII, y se fortalece durante el siglo XIX, período durante el cual adquiere su fundamento filosófico, que curiosamente se debe a los planteamientos de una serie de pensadores considerados utópicos. Es en esa época cuando este movimiento adquiere sus principios fundamentales, y luego empieza a difundirse y consolidarse, hasta el punto de que en la legislación de muchos países se haya considerado al cooperativismo como una iniciativa que debe ser fomentada por el Estado mismo, como lo es el caso de Venezuela.
El símbolo del cooperativismo (implementado en 1922) esta conformado por dos pinos de color verde oscuro, sobre un fondo amarillo, encerrados en un círculo verde; los pinos significan inmortalidad, constancia y fecundidad, también la necesidad del esfuerzo común; el círculo significa la unión y la universalidad del cooperativismo; y el fondo amarillo representa el sol, que es la fuente de la vida para el hombre.
El cooperativismo le da la oportunidad a los seres humanos de escasos recursos de tener una empresa de su propiedad junto a otras personas. Uno de los propósitos de este sistema es eliminar la explotación de las personas por individuos o empresas dedicados a obtener ganancias. La participación del ser humano común asumiendo un rol protagonista en los procesos socio-económicos de la sociedad en la que vive es la principal fortaleza de la doctrina cooperativista. Además de ser una forma de asociación económica entre productores mucho más justa que aquella que persigue sólo el lucro, el modelo cooperativo de solidaridad propone al mundo principios filosóficos de convivencia más humanos y tolerantes.
Para comprender al cooperativismo es necesario entender dos conceptos básicos: Cooperación y Cooperativa. Se entiende por cooperación como aquel comportamiento coordinado de personas naturales y jurídicas hacia un objetivo común. La cooperación ha existido desde los comienzos de la humanidad. Las comunidades naturales y los aborígenes tenían formas de cooperación para cosechar, sembrar y guerrear.
El concepto de cooperativa es de ser una asociación de personas formando una empresa en común, cooperando voluntariamente en ella, cuya administración tiene un carácter democrático, funciona como empresa y como comunidad, es una empresa no capitalista, orientada al servicio, en donde los asociados son los usuarios y los dueños de la cooperativa. El sistema económico cooperativo, en su estructura, sus principios, métodos, normas y realizaciones es el resultado histórico de la evolución social.
La diferencia de las cooperativas respecto a otras formas organizativas, se basa en que los propios asociados beneficiarios de la cooperativa son quienes realizan las aportaciones de capital necesarias para su puesta en marcha y funcionamiento; así por ejemplo, en una cooperativa de producción, son los propios productores quienes efectúan las aportaciones de capital. Su finalidad no radica tanto en el lucro como en la consecución de un abaratamiento de costos a través de la eliminación de Intermediarios (distribución, almacenamiento, empaque, puntos de ventas, entre otros). Además la cooperativa se fundamenta en la igualdad de derechos de sus integrantes en cuanto a la gestión social. Reparten sus excedentes o ganancias en función de la actividad realizada por sus asociados en el logro del propósito común. En cambio, en una empresa mercantil, la ganancia se distribuye entre los socios de manera proporcional al capital económico que cada uno aportó.
El cooperativismo en la antigüedad surge por la necesidad de organizar la sociedad de una forma justa en cuanto al aspecto económico, a través de procedimientos de propiedad comunitaria y trabajo colectivo. Este empieza a desarrollarse en Europa a partir de los últimos años del siglo XVIII, y se fortalece durante el siglo XIX, período durante el cual adquiere su fundamento filosófico, que curiosamente se debe a los planteamientos de una serie de pensadores considerados utópicos. Es en esa época cuando este movimiento adquiere sus principios fundamentales, y luego empieza a difundirse y consolidarse, hasta el punto de que en la legislación de muchos países se haya considerado al cooperativismo como una iniciativa que debe ser fomentada por el Estado mismo, como lo es el caso de Venezuela.
El símbolo del cooperativismo (implementado en 1922) esta conformado por dos pinos de color verde oscuro, sobre un fondo amarillo, encerrados en un círculo verde; los pinos significan inmortalidad, constancia y fecundidad, también la necesidad del esfuerzo común; el círculo significa la unión y la universalidad del cooperativismo; y el fondo amarillo representa el sol, que es la fuente de la vida para el hombre.
El cooperativismo le da la oportunidad a los seres humanos de escasos recursos de tener una empresa de su propiedad junto a otras personas. Uno de los propósitos de este sistema es eliminar la explotación de las personas por individuos o empresas dedicados a obtener ganancias. La participación del ser humano común asumiendo un rol protagonista en los procesos socio-económicos de la sociedad en la que vive es la principal fortaleza de la doctrina cooperativista. Además de ser una forma de asociación económica entre productores mucho más justa que aquella que persigue sólo el lucro, el modelo cooperativo de solidaridad propone al mundo principios filosóficos de convivencia más humanos y tolerantes.
Para comprender al cooperativismo es necesario entender dos conceptos básicos: Cooperación y Cooperativa. Se entiende por cooperación como aquel comportamiento coordinado de personas naturales y jurídicas hacia un objetivo común. La cooperación ha existido desde los comienzos de la humanidad. Las comunidades naturales y los aborígenes tenían formas de cooperación para cosechar, sembrar y guerrear.
El concepto de cooperativa es de ser una asociación de personas formando una empresa en común, cooperando voluntariamente en ella, cuya administración tiene un carácter democrático, funciona como empresa y como comunidad, es una empresa no capitalista, orientada al servicio, en donde los asociados son los usuarios y los dueños de la cooperativa. El sistema económico cooperativo, en su estructura, sus principios, métodos, normas y realizaciones es el resultado histórico de la evolución social.
La diferencia de las cooperativas respecto a otras formas organizativas, se basa en que los propios asociados beneficiarios de la cooperativa son quienes realizan las aportaciones de capital necesarias para su puesta en marcha y funcionamiento; así por ejemplo, en una cooperativa de producción, son los propios productores quienes efectúan las aportaciones de capital. Su finalidad no radica tanto en el lucro como en la consecución de un abaratamiento de costos a través de la eliminación de Intermediarios (distribución, almacenamiento, empaque, puntos de ventas, entre otros). Además la cooperativa se fundamenta en la igualdad de derechos de sus integrantes en cuanto a la gestión social. Reparten sus excedentes o ganancias en función de la actividad realizada por sus asociados en el logro del propósito común. En cambio, en una empresa mercantil, la ganancia se distribuye entre los socios de manera proporcional al capital económico que cada uno aportó.
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