La contabilidad no debe ser vista sólo como una técnica que se ocupa de registrar, clasificar y resumir las operaciones mercantiles de un ente económico e interpretar sus resultados; sino como una disciplina científica, de carácter socio-económico, que se encarga de suministrar, analizar e interpretar de manera eficiente y oportuna, la información financiera de una organización, desarrollando sistemas de comunicación contable que permitan la interpretación, proyección, planificación, control y determinación entre otros, del estado económico financiero de la entidad donde se desempeñe, expresado básicamente en unidades monetarias, satisfaciendo las necesidades de los usuarios de tal información (Gerencia, Sindicatos, Inversionistas, Instituciones Financieras, Gobierno, etc.,), proporcionando de esta manera una herramienta útil para la toma de decisiones.
La contabilidad, a través de la historia, ha tenido múltiples aplicaciones, pero siempre se ha privilegiado al comerciante por ser este quien mas la ha necesitado, bien para rendir cuentas a los dueños del capital, o bien al Estado, utilizándose esencialmente como medio de prueba, institucionalizando y dándole prioridad a la información financiera y fiscal. Es una latente ironía, el que nuestra Contabilidad haya sido reducida para los fines antes mencionados, al poder esta tener una orientación distinta de la que le han dado, sin olvidar que la Contabilidad esta operando actualmente como una disciplina científica de carácter social.
La contabilidad moderna va más allá de la creación e interpretación de informes financieros; se concibe como un enfoque dirigido a analizar el ámbito económico de una organización determinada, pero no en su estado estático, sino en su dinámica propia de negocio en marcha; un enfoque que va más allá del que se obtiene de una contabilidad tradicional. Actualmente la contabilidad no se limita al simple registro y posterior representación de la información, sino que es una herramienta clave para la operación financiera sana de una empresa, y constituye un instrumento estratégico en la gestión y toma de decisiones de las organizaciones.
La contabilidad se considera como la base sobre la cual se fundamentan las decisiones gerenciales y por tanto las decisiones financieras, por ello, se puede conceptuar como una ciencia de naturaleza económica cuyo objetivo principal es generar información financiera útil y oportuna para la toma de decisiones de los diferentes usuarios internos y externos a la organización; de la misma forma es objeto de la contabilidad analizar e interpretar la información y las operaciones financieras realizadas por la entidad e informar sobre los efectos que las operaciones practicadas han producido a las finanzas de la organización.
Inmersa en un mundo de transformaciones, la contaduría pública tiene que responder a los nuevos requerimientos de las organizaciones, de los hombres de negocios, inversionistas y ejecutivos de la alta dirección. Una contabilidad con posibilidades de sobrevivir ante este proceso de cambio debe tener capacidad para informar el futuro y el entorno. Se debe avanzar en esa concepción; la contabilidad no debe informar solamente el atrás y el adentro de las empresas, debe permitir conocer el futuro y el entorno de las mismas. Así la contabilidad se constituye en un instrumento para la planeación y el control estratégico. La información contable debe atender a situaciones del pasado, del presente y del futuro; del pasado, por que sirven de base para las comparaciones que permiten determinar los vaivenes y la situación de la organización en épocas distintas. Del presente, porque van indicando la calidad y la dirección del desarrollo de los acontecimientos, marca la realidad concreta a la fecha. Y del futuro, porque sin descuidar lo que pasa hoy, permite poner un ojo en el mañana y gerenciar con anticipación.
La contabilidad, a través de la historia, ha tenido múltiples aplicaciones, pero siempre se ha privilegiado al comerciante por ser este quien mas la ha necesitado, bien para rendir cuentas a los dueños del capital, o bien al Estado, utilizándose esencialmente como medio de prueba, institucionalizando y dándole prioridad a la información financiera y fiscal. Es una latente ironía, el que nuestra Contabilidad haya sido reducida para los fines antes mencionados, al poder esta tener una orientación distinta de la que le han dado, sin olvidar que la Contabilidad esta operando actualmente como una disciplina científica de carácter social.
La contabilidad moderna va más allá de la creación e interpretación de informes financieros; se concibe como un enfoque dirigido a analizar el ámbito económico de una organización determinada, pero no en su estado estático, sino en su dinámica propia de negocio en marcha; un enfoque que va más allá del que se obtiene de una contabilidad tradicional. Actualmente la contabilidad no se limita al simple registro y posterior representación de la información, sino que es una herramienta clave para la operación financiera sana de una empresa, y constituye un instrumento estratégico en la gestión y toma de decisiones de las organizaciones.
La contabilidad se considera como la base sobre la cual se fundamentan las decisiones gerenciales y por tanto las decisiones financieras, por ello, se puede conceptuar como una ciencia de naturaleza económica cuyo objetivo principal es generar información financiera útil y oportuna para la toma de decisiones de los diferentes usuarios internos y externos a la organización; de la misma forma es objeto de la contabilidad analizar e interpretar la información y las operaciones financieras realizadas por la entidad e informar sobre los efectos que las operaciones practicadas han producido a las finanzas de la organización.
Inmersa en un mundo de transformaciones, la contaduría pública tiene que responder a los nuevos requerimientos de las organizaciones, de los hombres de negocios, inversionistas y ejecutivos de la alta dirección. Una contabilidad con posibilidades de sobrevivir ante este proceso de cambio debe tener capacidad para informar el futuro y el entorno. Se debe avanzar en esa concepción; la contabilidad no debe informar solamente el atrás y el adentro de las empresas, debe permitir conocer el futuro y el entorno de las mismas. Así la contabilidad se constituye en un instrumento para la planeación y el control estratégico. La información contable debe atender a situaciones del pasado, del presente y del futuro; del pasado, por que sirven de base para las comparaciones que permiten determinar los vaivenes y la situación de la organización en épocas distintas. Del presente, porque van indicando la calidad y la dirección del desarrollo de los acontecimientos, marca la realidad concreta a la fecha. Y del futuro, porque sin descuidar lo que pasa hoy, permite poner un ojo en el mañana y gerenciar con anticipación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario